
Periodontitis crónica: síntomas y tratamiento
La periodontitis crónica es una enfermedad inflamatoria de las encías, que de no tratarse a tiempo puede llegar a provocar la pérdida de los dientes. Esta afección no solo repercute en las encías (uno de los síntomas más comunes es su sangrado), sino también al hueso y los tejidos que sostienen las piezas dentales.
Cuanto antes se detecte la enfermedad periodontal crónica menos invasivo será el tratamiento y menos dañada estará la estructura bucodental. Te explicamos todo lo que necesitas saber sobre esta enfermedad y cómo se trata la periodontitis crónica.
Índice de contenidos
Síntomas y causas
La periodontitis crónica también es conocida como periodontitis de adulto, ya que es el tipo de enfermedad periodontal más común entre los adultos, provocando pérdidas de piezas dentales sobre todo a partir de los 40 años.
Esta enfermedad se desarrolla por una infección bacteriana que va destruyendo el soporte óseo y los tejidos que rodean los dientes si no se trata cuando se tienen los primeros síntomas y la enfermedad va avanzando.
Generalmente comienza como gingivitis, una inflamación más leve de las encías, que en este caso sí es reversible.
La periodontitis crónica puede llegar a pasar desapercibida durante años, y por eso es importante acudir a revisiones o hacerse limpiezas dentales al menos dos veces al año para eliminar la placa bacteriana y detectar problemas de forma preventiva.
La causa principal es la acumulación de placa bacteriana entre los dientes y las encías, que si no se elimina durante el cepillado, con cepillos interdentales o hilo dental, se endurece y forma el sarro, que no puede eliminarse con la higiene habitual y requiere de una limpieza profesional. Otros factores que favorecen la periodontitis crónica son el tabaco (de hecho, al fumar se oculta el sangrado de las encías, ya que disminuye el riego sanguíneo), los cambios hormonales, la alimentación o la predisposición genética.
Según el avance de la enfermedad, los síntomas que puedes percibir son:
- Encías inflamadas o rojas.
- Sangrado al cepillarse.
- Sensibilidad dental.
- Movimiento o separación de los dientes.
- Sensibilidad y dolor al comer.
- Pérdida de dientes.
Es importante mencionar que muchas veces la periodontitis crónica no produce dolor, lo que puede hacer que pase desapercibida hasta que el daño que produce es considerable.
Periodontitis apical crónica
La periodontitis tiene algunas variantes, como la periodontitis avanzada o la periodontitis apical crónica, una de las menos conocidas. La diferencia de esta enfermedad es que la infección tiene origen en la raíz del diente, y concretamente en el ápice, que es la punta de la raíz, en lugar de en las encías.
En estos casos la afección está dentro del conducto radicular, a causa de caries profundas o fracturas, llegando al hueso que rodea la raíz y produciendo una lesión crónica del diente. En muchos casos no se experimentan síntomas, por lo que se suele detectar en una radiografía como una lesión periapical o un quiste dental.
El tratamiento para la periodontitis apical crónica suele ser una endodoncia para eliminar la infección, cirugía o extracción del diente en casos más graves.
Cómo se trata la periodontitis crónica
El tratamiento de la periodontitis crónica depende de la gravedad del caso. Lo primero es detener el avance de la infección y evitar la pérdida de dientes, por lo que se suele realizar una limpieza dental profunda para eliminar el sarro acumulado bajo las encías y alisar la raíz del diente para acabar con la propagación bacteriana.
En algunos casos el dentista puede recetar antibióticos para la periodontitis crónica, como geles tópicos para aplicar directamente en las bolsas periodontales o comprimidos para acabar con la infección y disminuir la carga bacteriana. No obstante, este tipo de medicación no sustituye el tratamiento de raspado y alisado, sino que es un complemento para solucionar ciertos casos.
Si las bolsas periodontales son muy profundas o hay un daño considerable en el hueso, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para limpiar la zona y regenerar los tejidos.
Cómo prevenir la periodontitis crónica
La prevención es la mejor arma para evitar esta enfermedad periodontal. Cepillarse al menos dos veces al día es fundamental para eliminar los restos de comida que pueden convertirse en sarro con el tiempo, para lo que puede ayudarte el uso de hilo dental o cepillos interdentales que limpien la suciedad entre los dientes. Evita el tabaco y sigue una dieta equilibrada.
Además, es importante que acudas regularmente al dentista, ya que las limpiezas dentales profesionales cada 6 o 12 meses ayudan a eliminar bacterias y sarro que no desaparecen con las limpiezas habituales.
Detectando la gingivitis o periodontitis a tiempo evitarás la pérdida de dientes y complicaciones más graves en tu boca. Si notas algún síntoma o hace años que no acudes al dentista para hacerte una limpieza dental, te recomendamos que lo hagas cuanto antes.
Si por el contrario ya es tarde y las manifestaciones de la periodontitis ya se hacen visibles en tu boca, por ejemplo con espacios entre los dientes o apiñamiento dental, debes saber que se puede solucionar con ortodoncia. Eso sí, para poder empezar el tratamiento de ortodoncia la enfermedad periodontal debe estar detenida y tus encías sanas.
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